La primavera llega y se celebra
Me hacía estas preguntas mientras la primavera irrumpía como un golpe de estado de vitalidad, sol y calor; como una de esas revoluciones magníficas que sacan a todo el mundo a la calle y los jóvenes se besan frente a la muchedumbre y las cámaras. Ahora bajo la lluvia y el frío de esta Semana Santa parece un espejismo, pero nada más lejos de la realidad: son los estertores del general invierno presentándonos la oportunidad de gozar por última vez de ese calor de MALA-SAÑA aupado por una buena copa. Aprovechen el momento y no lo dejen pasar, porque los largos días soleados y azul vacaciones irrumpen para quedarse por muchos días, por mucho tiempo.
Para recibir a la primavera como se merece, MALA-SAÑA celebra una serie de fiestas en las que se beberá y comerá en honor a la estación que acaba de entrar: una carta especial acompañada de bocados para maridar. La primera de estas tres fiestas tuvo lugar el 21 de marzo, y al igual que ocurrió con la celebración del Día de la Margarita la acogida por todos esos fieles que acuden a la iglesia de MALA-SAÑA no pudo ser mejor. Y es que cuando uno se siente bien acogido, se siente en casa, vuelve una y otra vez a ser feliz al mismo lugar; porque aunque contradiga a Sabina: siempre hay que volver allí donde uno es feliz, porque realmente eso es la patria verdadera. En esta bienvenida a la primavera gustaron muchas cosas, pero, por encima del gran ambiente y todo lo demás, especialmente lo hizo el cóctel Parque de los Príncipes: licor St-Germain, vino espumoso y soda. Que hizo a los que lo probaron olvidar que aún no era fin de semana y disfrutaron como nunca de este trago tan adecuado, ligero pero presente y primaveral.
Pero si no pudieron disfrutar de esta primera bienvenida, no desesperen, porque aún están a tiempo de aprovechar y disfrutar las dos siguientes: 25 de abril y 23 de mayo. Porque la primavera es tan maravillosa y tanto nos altera que no vale con recibirla una sola vez. Porque quién no quiere que se le espere y se festeje a tope su llegada. Los días soleados y cargados de polen y hormonas llenaran de gente las calles, el Antiguo bombeará a cientos de personas esas mañanas altas de primavera donde somos capaces de todo. Y MALA-SAÑA, siempre, como ese puerto al que siempre volver.
Nos vemos en la barra, brindo por ustedes.