FELIZ CUMPLEAÑOS, MALA-SAÑA

Tras estas vacaciones donde nos dejaron huérfanos de bar y con unas ganas acuciantes de volver a verles, MALA-SAÑA ha vuelto a abrir sus puertas, vuelve al trabajo.

Un comenzar totalmente descansados, llenos de ganas y con multitud de planes y tragos para hacernos soñar y disfrutar. Seguro que estos días de desahogo para ellos han sido cortos, pero para muchos de nosotros se han convertido en una larga etapa jalonada de puertos de primera: todo bregar sin el descanso de un cóctel que recobre las fuerzas.

Este regreso viene, además, acompañado de fiesta y celebración: MALA-SAÑA cumple 7 años. De un sueño a una exitosa realidad, de pensar en hacer felices a los demás a hacerlo cada día. Este séptimo aniversario, en un mes fetiche como es noviembre, me hace pensar en a dónde íbamos antes para que bajasen la luna y nos la sirvieran en una copa, cómo podíamos vivir sin este puerto seguro que nos libra de la tormenta y ancla a la vida. 

Durante todo este tiempo no han dejado de evolucionar e innovar, y prometen que lo van a seguir haciendo. Orgullosos de su equipo y clientela, a los que ellos llaman familia, nos sorprenden con una nueva carta de cara a esta época navideña, de frío y celebraciones, que pronto está por llegar. Una carta donde destacan por encima de clásicos y de cualquier cosas dos cócteles: un Fizz con calabaza especiada y ginebra, que casi pide que te lo sirvan los Reyes Magos y un Old Fashioned ahumado con ron añejado en barrica, por si de tanto mal tiempo queréis transportaros de un trago al Caribe.

Llega el encendido de la iluminación navideña, los árboles y belenes en las casas, el puente de diciembre y la vuelta de la familia y amigos. Un tiempo que se presta a ir preparando el cuerpo para ese periplo de exaltación, comidas, reencuentros y alegría. Recordad que la Navidad es esa quinta estación del año mágica, y uno no puede llegar fuera de forma, que hay que exprimirla al máximo. Y nada como empezar a rodar estos días para estar a tope.

Un aniversario, las navidades, los días fríos de sol y mañanas limpias: buenos tiempos. Y aún van a ser mejores, porque estoy seguro de que alguna sorpresa en forma de evento nos tienen guardada. Hablo sin conocimiento de causa, pero sí con el de los individuos.

Aunque no sea Marilyn y salga de una tarta, yo os deseo un feliz cumpleaños, MALA-SAÑA. Por otros tantos y muchos años.

Nos vemos en la barra, brindo por ustedes.

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